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Pago oportuno: Logrando 80MM de Dólares de utilidades extras

Ser emprendedor es tener garra, es luchar frente a los complejos sistemas de financiamientos, es saber reconocer una oportunidad o suplir una necesidad, es independencia, lucas, satisfacción y flexibilidad laboral, es finalmente un sistema en el que uno puede ser feliz.

Pero desde hace un tiempo, tanto en charlas, conferencias y reuniones con emprendedores de todos los tamaño y estratos socio-económicos, se ha repetido un tema rimbombantemente: Proyecto de Ley Pago Oportuno.

Entonces me dije a mi mismo, es mi deber como emprendedor tocar este tema pero desde otra perspectiva, tal como se ha destacado Weón Emprende desde sus inicios, con datos e información clara para que todos puedan entenderla.

Contexto

Primero que todo, hay que situar un proyecto de ley en un contexto tiempo-espacio. Su origen se remonta a un estudio de la Asech en donde fueron encuestados 781 emprendedores. Aquí el 21.1% acusa al tiempo de pago con principal dificultad a la hora de emprender, considerando que dentro del mismo espectro el 87.5% paga a sus proveedores en menos de 30 días.

Bajo este prisma nada se ve tan terrible, pues claro, porque el problema es otro, del que todos saben, pero poco o nada se puede hacer… hasta ahora.

Bajo una economí­a como la nuestra, la ley y el dinero son los que mandan, entonces ¿Quésucede cuando las empresas grandes son solo un par de familias pero que emplean a la mitad del paí­s y genera casi todos los ingresos que se reciben por impuestos? Fácil: Pueden hacer lo que se les de la gana, pues básicamente el PIB depende de ellos.

Entonces comienza la historia. Un día te levantas y dices: Oh vaya, desde hoy quiero emprender, y comienzas a generar ventas, conseguir clientes pero de repente pumm, te encuentras de frente con un vidrio gigante. Y ahí te das cuenta: No hay plata para pagar sueldos, seguir comprando insumos, pagar a los proveedores ni para ninguno de los otros gastos operaciones.

Entonces miras tus finanzas y nada tiene sentido hasta que te acercas, abres los ojos como una lechuza y lees que las miles de ventas que supuestamente te hací­an exitoso han cavado tu propia tumba. Existen ventas pero no hay plata.

Todos las facturas serán pagadas en infinitos días. Pero tú necesitas la plata ahora, no en 60-90-120 dí­as. Las familias se mantienen con un sueldo, el negocio para seguir existiendo necesita lucas y entonces comienzan a crecer las deudas y los créditos y de un momento a otro te ves parado frente a tus empleados sin nada más que entregando un muy linda carta de recomendación.

Cual es la reflexión

Y al igual que en esta historia, son muchísimos los emprendedores que fracasan día a día por problemas de liquidez. Pero acaso, ¿tiene algún sentido que quienes más mueven dinero en el país sean más propensos a alargar los períodos de pagos, tanto como ellos quieran? La respuesta es un rotundo sí, tanto por el aumento del capital circulante durante el período como por el financiamiento en base al crédito fiscal-iva.

Pero seamos realistas, aquella decisión coloca en la cuerda floja a más de 4.5MM de familias que dependen del funcionamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas. Porque no basta con saber que somos casi 2MM de emprendedores, sino que el impacto laboral que se genera es de casi el 50% del empleo nacional.

La gran solución

Entonces comenzó la redacción del proyecto de ley. En ella se presumía la obligación del pago a lo máximo en 30 días y supuestamente se tocaría el tema del credito fiscal-iva que finalmente se excluyó.

Al menos mediáticamente sonaba bonito e incluso acorde a todo el problema de trasfondo. Se presumía una ley que generaría oportunidades, más ventas, más empleos, mejores salarios, en pocas palabras, un crecimiento sano, y que en palabras del Ministro José Valente «que acota los plazos de pago, elimina el bicicleteo de la fecha de facturación, castiga a los malos pagadores y genera certezas en el monto de la factura eliminando la posibilidad de hacer notas de crédito sobre ellas»… pero…

Primero nos encontramos con la fatídica frase:

«… LAS PARTES PODRÁN, DE MUTUO ACUERDO, PACTAR UN PLAZO MAYOR A 30 DIAS …» (Extracto del proyecto de ley)

Tal como lo leyeron: «mutuo acuerdo». Pero un mutuo acuerdo entre una relación asimétrica, como se presenta en la mayoría de los casos, no es tan mutuo ni es tan acuerdo.

Lo segundo:

Donde más se agudiza este problema es con los proveedores estatales y lamentablemente esta ley no se aplicará al estado en al menos 3 años.

Entonces, como es que nos van a pasar gato por liebre? Si queremos ser unos verdaderos factores de cambio, hay que hacerlo saber.

Hay que informarse, hay que votar y hay que alzar la voz. Hay que generar un movimiento para que el día de mañana dejen de cerrar el 70% de las empresas en menos de 3 años o que existan más oportunidades para los más de 1MM de empresas que en realidad no alcanza ni a vender $250.000 al mes.

Cifras alarmantes y que empeoran al entender que siendo cerda de 2MM de emprendedores solo movemos el 15% de la economía nacional simplemente porque no podemos optimizar todos nuestros recursos

¿Y tú, que harás al respecto?

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